"Manos dibujando" es una litografía hecha por el artista holandés MC Escher. Representa una hoja de papel fuera de la cual, a partir de las muñecas que se mantienen planas en la página, dos manos ascienden una frente a la otra, y tiene lugar el paradójico acto de dibujarse la existencia la una a otra. Aunque Escher usó paradojas en sus obras a menudo, este es uno de los ejemplos más obvios. ¿Qué te sugiere a tí esta litografía?
"Lo que llamamos el principio, es a menudo el final, y finalizar es comenzar. El final es el principio". T. S. Eliot.
jueves, 24 de noviembre de 2011
PARADOJA VISUAL
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La paradoja, quizá pueda resumirse de la siguiente manera: "El creador siendo creado", y entra en estrecha relación con la paradoja que se platea de inicio (la del principio y el fin). Ahora bien, ¿puede dicho enunciado aplicarse en diferentes campos, tan comunes, como por ejemplo el cocinar?
ResponderEliminar(Yo elaboro una comida, para que esta me sustente de nutrientes y me llene de fuerzas para poder cocinar nuevamente)
¡Hola Fermín!
ResponderEliminarMe gustaría que explicases un poco eso de que "'el creador siendo creado' entra en estrecha relación con la paradoja del inicio".
Es un buen ejemplo el de la cocina.
Tomemos como ejemplo el dibujo: Una mano dibuja otra mano, y ésta, a su vez, esta creando a su dibujante, que es la primera mano. Se crea un círculo vicioso, digamos simbiótico. Ésto puede relacionarse con el enunciado del principio y el fin de la siguiente manera:
ResponderEliminarEl final de la primera mano supone el principio de la primera, y como el principio es el final, podemos decir que el principio/final de la segunda mano, al mismo tiempo, es el causante del principio/final de la primera.
Es difícil de comprender, pero no se explicarlo con mayor capacidad. Si alguien lo entiende y se ve capacitado para explicarlo, que lo haga. ^^
Pero... ¿a qué te refieres con "el final de la primera mano"? ¿qué es ese final? ¿cómo lo extrapolarías al ejemplo de la comida?
ResponderEliminarSuena paradójico pero diría que suele ocurrir esto en ámbitos como la educación, precisamente. Me refiero al educador que se educa educando, o que es educado por quien él trata de educar. Las paradojas nos recuerdan la dificultad de aprehender la realidad sobre todo en los niveles más humanos (historia, educación...). Adorno tiene un estilo de antítesis y paradojas en su expresión con las que intenta forzar el lenguaje para captar el movimiento de lo real...
ResponderEliminarNuestra interpretación va en línea con lo que ha dicho Marcos. En un plano general pensamos que las personas somos, en esencia, producción e interacción con el mundo, y que ese es el motor de la historia. Por eso, lo que nos humaniza y nos construye como personas es la creación. Creamos continuamente y sin parar, y esa producción nos realiza, como decíamos.
ResponderEliminarFermín ponía antes el ejemplo de la comida que, aunque es muy ilustrativo, no es exactamente lo que entendemos nosotros por la litografía. Decía que cocinamos la comida, producto que nos comemos y nos proporciona nutrientes. Nuestra idea es que, el hecho de hacer una comida incluso aunque no te la comas tú, ya te realiza como persona. Si decides hacer unos macarrones, la experiencia de hacerlos te condicionara para los próximos macarrones. Te condiciona a TI como persona (creadora). Y lo mismo pasa cuando creamos ideas y pensamientos. Así, llega un momento en el que se forma un círculo vicioso entre creador y creado, en el cual ya no hay forma de distinguir quién es quién. ¿Somos producto del mundo que nos rodea o el mundo que nos rodea es producto nuestro? Formamos parte del mundo y éste forma parte de nosotros. Esa es la idea.
Primero quiero decir que jamás me e expresado bien y creo k es un gran fallo que tengo en mi vida...intentaré explicarme lo mejor posible.
ResponderEliminarBueno, parto de no leer ningún comentario de los anteriores y voy a decir lo que me sugiere la foto. A mí se me viene a la memoria la imagen esta de las escaleras que nunca tienen fin, creo que son del mismo artista y lo que se me viene a la mente es que cuando hay algo que termina, siempre hay otra cosa que empieza, y cuando terminas, vuelves a empezar otra cosa, en este caso en concreto empieza una mano y termina otra, y cuando termina la mano, empieza la primera...es como si no quisieramos de hacer cosas. El ser humano está concevido para pensar que todo tiene un final, creo que el autor pretende que pensemos en que no todas las cosas tienen una fecha de caducidad.