Una tortuga retó a Aquiles, diciendole que le ganaría siempre y cuando le dejase una pequeña ventaja. Aquiles se rió ante esta afirmación, ya que él era un gran guerrero y la tortuga era pesada y lenta.

- ¿Y cuánta ventaja necesitas?
- 10 metros.-Respondió l
a tortuga.- Perderás, mi amigo. -Le dijo a la tortuga.- Pero vamos a correr si es lo que quieres.
- Al contrario.Ganaré y puedo probarlo con un simple argumento: Imagina que me das 10 metros de ventaja. ¿Dirías que puedes recorrer la distancia entre los dos rápidamente?
- Muy rápidamente.-Afirmó Aquiles.
- Y en ese tiempo ¿cuánto habré avanzado yo de más?
- Tal vez un metro, no más.-Dijo Aquiles tras pensarlo
- Muy bien -respondió la tortuga- entonces ahora hay un metro entre nosotros. ¿Alcanzarías esa distancia muy rápido, no?
- ¡Por supuesto!
- Y en ese tiempo yo habré avanzado un poquito más, así que ahora te tocaría alcanzar esa distancia.
- Si...- dijo Aquiles despacio.
- Y mientras lo haces, yo recorreré un poquiiito más, y tú tendrás que alcanzar la nueva distancia.-Continuó la tortuga. Aquiles no dijo nada.
- ¿Ves? en cada momento tendrás que estar alcanzando la distancia entre los dos mientras yo, al mismo tiempo, voy añadiendo nuevas distancias, por pequeñas que estas sean, para tú cogerme.
- Que empiece la carrera. -Dijo Aquiles resignado.
Y le concedió la carrera a la tortuga.
Al darse la salida, y tal y como había dicho la tortuga, Aquiles recorre en poco tiempo la distancia que los separaba inicialmente, pero al llegar allí descubre que la tortuga ya no está, sino que ha avanzado, más lentamente, un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De este modo, Aquiles no ganará la carrera, ya que la tortuga estará siempre por delante de él.
A pesar de la consistencia del argumento, parece que no estamos dispuestos a admitir que en la carrera la tortuga ganó a Aquiles.
¿Sabrías resolver la paradoja?